La figura del trabajador de mantenimiento en algunos lugares donde se frecuenta el flujo de personas, como por ejemplo en hoteles y hostales, ha crecido en los últimos años, siendo hoy día una figura clave en este tipo de negocios.
¿Por qué de esta importancia?
Las personas que viajan y se alojan en un hotel u hostal, son personas que desconectan completamente, hasta tal punto, que olvidan obligaciones y responsabilidades tan básicas como cuidar el mobiliario de su vivienda.
Esto converge en roturas y desperfectos continuos que deben ser solventados con rapidez debido a que el flujo de personas en hostales no cesa, sobre todo en temporada alta, por lo que todo el mobiliario e instalaciones deben estar en perfectas condiciones en todo momento.
Una persona encargada del mantenimiento, dará como resultado que las instalaciones de estos hostales se encuentren en perfectas condiciones en todo momento, garantizando la calidad de hospedaje de las personas que residen actualmente y de las que estarán por venir.
¿Cuáles son las tareas de la persona de mantenimiento?
Estas personas deben tener conocimientos básicos en cuanto a tareas de reparación básicas del hogar: fontanería, cerrajería, electricidad, etc… Es decir, deben ser unos “manitas” como se diría vulgarmente.
La rapidez de actuación de estas personas debe ser alta, aunque eso sí, si el hostal u hotel es muy grande, no podemos pedir lo imposible, y por lo tanto puede que tengamos que recurrir a ampliar la plantilla en cuanto a personas de mantenimiento se refiere.
Lo ideal es que siempre haya algún trabajador de mantenimiento disponible para satisfacer los requerimientos técnicos de las personas que se alojan en el hostal, por ello, debemos de ofrecer disponibilidad total.
Un alojamiento que no ofrece servicio de mantenimiento será un hostal u hotel que reciba críticas de sus clientes, comentarios negativos en Internet y mala opinión viral. Todo esto, puede resultar fatal para el devenir de tu hostal, asi que ¡TOMA NOTA!